viernes, junio 10, 2011

hablando de los nuevos sujetos sociales...

Nuevos Sujetos Sociales conformando Movimientos Globales



Introducción


El presente ensayo se desarrolla en base a la necesidad de contrastar con la realidad los conceptos de los cuales hacen uso los autores vistos para dar forma a la descripción conceptual de nuevo sujeto social. En otras palabras lo que se pretende alcanzar a continuación es un aterrizaje teórico en el caso concreto de los llamados movimientos globales, considerando específicamente a las redes altermundistas dadas de las manifestaciones mundiales en Seattle en 1999, Praga en el 2000, Génova en el 2001, Barcelona en el 2002 y Evian en el 2003.
Para dar inicio resulta adecuado empezar definiendo a los nuevos sujetos sociales en base a las aportaciones de Marx, Touraine, Foucault y Miriam Calvillo. De esta exploración se desglosaran una serie de conceptos que perfilan al sujeto, de modo que se contrastara cada uno de ellos con la realidad de los movimientos globales. Después de esto se pretende analizar a grandes rasgos el término de movimiento social y sus características para poder entender a los movimientos globales como una fuerza colectiva.



1. Características de los nuevos sujetos sociales, recopilando a Marx, Touraine y Foucault


El término de nuevos sujeto social surge de la necesidad de comprender y definir una nueva realidad, aquella que se replantea constantemente ante las grandes transformaciones políticas y sociales de las cuales a veces parece que pierden curso las ciencias sociales. Ante ello producir nuevas herramientas conceptuales se vuelve una urgencia, así como transgredir y renovar los parámetros de la investigación, ya que parece ser que la realidad se expande y diversifica, o en otras palabras, se da lugar a muchas realidades y a muchas formas de concebirlas, construirlas y cambiarlas.
El reto es lograr rescatar lo complejo y lo multidimensional de la realidad; el reconocerla como una cosa inédita que es amorfa y está llena de indeterminaciones. En este momento, el problematizar la realidad para lograr construir el objeto de investigación se convierte en lo prioritario.” (Calvillo, 1995)
Es en este contexto que la categoría de nuevo sujeto social aparece como una gran aportación. Las palabras “nuevo” y “social” dan la oportunidad de abarcar inmensidad de realidades, pues hacen referencia a aquello que pudo no haberse estudiado o descrito con anterioridad en la inmensa gama del mundo social, mientras que por el contrario, el término “sujeto” si exige un desarrollo más profundo. De este modo es necesario explorar dicha categoría, marcar sus limites y reconocer su universalidad.
No es posible definir al sujeto por la simple actividad de sus funciones sociales, políticas, culturales, etc., a la que se reduce su hacer como actor, ello carece de sentido para significar al sujeto como una totalidad que incluye necesidad, experiencia y utopía. (...) La categoría de sujeto social presupone incorporar al análisis el conjunto de tensiones que se provocan entre lo individual y lo social, lo subjetivo y lo objetivo, así como las distintas dimensiones del tiempo y del espacio, con la finalidad de trascender la visión dicotómica del mundo que supone su separación.” (Calvillo, 1995)
De este modo el término sujeto va más allá del simple actor, ya que su acción no puede ser pensada sin la voluntad de mutación. Su acción esta ligada al movimiento y la fuerza, pues la categoría de sujeto se remite a la construcción de colectividades, identidades y la voluntad de cambio. “El sujeto social es una colectividad donde se elabora una identidad y se organizan prácticas, mediante las cuales sus miembros pretenden defender sus intereses y expresar sus voluntades, al mismo tiempo que se constituyen en esas luchas”. (Sader, 1990:82) Dichas características surgen de una idea marxista del sujeto, donde la acción se desenvuelve en torno a la praxis y a la transformación.
Para Marx el sujeto se concibe como el fundamento de sí mismo, autónomo e individual, éste es un ser histórico y genérico. Para él es impensable un sujeto sin conciencia y sin voluntad, es libre ya que no esta determinado por su individualismo empírico y es total, ya que se apropia de su mundo. “Los sujetos son formas particulares de expresión social que se constituyen como mediaciones de poder y de lucha entre la estructuración de la sociedad a partir de la división social del trabajo y de lucha entre la estructuración de la sociedad a partir de la división social del trabajo y las formas clasistas de expresión política.” (Zemelman y Valencia, 1990:90)
Definitivamente la libertad y la autonomía que Marx considera inevitables en el sujeto, así como las formas particulares de expresión que señala Zemelman, se entrelazan de una forma adecuada con la postura de Touraine, al momento que habla de la autoconstrucción de los sujetos. “Para los individuos constituirse en sujetos es construir su propia existencia, definir sus gustos sin subordinarse a normas o roles predeterminados”. (Touraine, 2005) El sujeto desde esta perspectiva es aquel que lucha en el nivel más alto, el de la historicidad, la cual se describe como la capacidad de una sociedad de intervenir en su propio funcionamiento, producir sus orientaciones normativas y construir sus prácticas en un momento determinado de la historia. Para Touraine un sujeto es capaz de emprender su propia iniciativa, de elegir acciones autónomas, experiencias auténticas y fundarse en el mismo. De este modo explica que el sujeto se fundamenta en tres características: la resistencia, la autofundación y la autonomía. El consumo, afirma dicho autor, es aquello que amenaza al sujeto, ya que destruye su “yo” y trabaja como un principio integrador que organiza la experiencia, define tiempos y espacios, crea una cultura de masas.
A pesar de hablar de una lógica del consumo de la que no hay salida, la postura de Touraine descarta la idea del poder como una fuerza omnipresente, ya que esto, afirma, impediría a los sujetos crear espacios autónomos y de autoconstrucción. De forma contrario Foucault concibe al poder como un elemento evidente en todas las áreas de la vida cotidiana, aquello que se produce a cada instante y viene de todas partes, más allá de las instituciones o las estructuras. Desde su perspectiva el sujeto es un objeto de dominación, sin embargo, su autonomía se descubre al momento que realiza acciones sobre sí mismo, sobre su cuerpo, sus pensamientos y conductas, de forma que le permitan transformarse. Foucault afirma que hay saberes, poderes y reglas sobre el sujeto, sin embargo también reconoce que éste hace la experiencia de sí mismo, se observa, se analiza, se descifra, se reconoce como un dominio de posible conocimiento, crea la historia de su subjetividad.
Se refiere a la relación del individuo consigo mismo, a las operaciones que realiza frente a los otros, se trata de los modos mediante los cuales un individuo actúa sobre si mismo para operar transformaciones en su conducta, con la finalidad de ser mejor y alcanzar su relación personal” (Foucault, 1984: 242).
Afirmar que el sujeto es aquel que actúa sobre sí mismo implica pensar en su poder de acción en los diversos aspectos del mundo social. Respecto a esto Miriam Calvillo afirma “la categoría de sujeto social abarca los aspectos más variados de la vida social (materiales, simbólicos, individuales, familiares o colectivos, etc.)” (Calvillo, 1995) Dicha autora nos habla de sujetos que crean nuevas realidades, creando sus propias líneas divisoras temporales y espaciales. Es en estos nuevos espacios donde intercambian experiencias, intereses, luchas y crean una memoria colectiva, pero no sólo esto, si no que construyen un nuevo lenguaje, una nueva representación del mundo. “Es allí donde se crean los nuevos valores y formas de expresión racional, afectiva y valorativa. Esto es, construyen una particular representación simbólica del mundo, que definen un modo distinto, o cuando menos explicitan de otra manera el ya dado, y el modo de usar las cosas.” (Calvillo, 1995)
Estos son los nuevos sujetos sociales, aquellos sujetos autónomos, distintos, libres, que se apropian de sí mismos y de su realidad, pero inmersos en nuevas luchas, en las nuevas exigencias de sobrevivencia que desata el sistema. Las nuevas formas de cotidianidad se vuelven su trinchera, los nuevos cambios políticos, sociales e incluso ambientales les obligan a renovar sus resistencias.
Otra característica de los nuevos sujetos sociales es la manera en la que llevan al plano de lo cotidiano la posibilidad de superar los límites impuestos por la propia realidad para lograr satisfacer las demandas más inmediatas. Tienen una visión distinta y diferenciada; tratan el cambio como una oportunidad, por ello son capaces de poner en marcha innovaciones con gran agresividad.” (Calvillo, 1995)


2. ¿Por qué considerar a los movimientos globales como nuevos sujetos sociales?


Es en dicho apartado donde nos damos a la tarea de especificar la descripción de los nuevos sujetos sociales y de este modo lograr argumentar el porque elegir a los movimientos globales como análisis de caso. Para ello empezaremos recopilando las características más importantes con los cuales los autores vistos describen al sujeto:
-Es autónomo: lo cual implica que se apropia de su mundo, construye su propia existencia y crea sus propias orientaciones normativas.
-Actúa: expone sus demandas, por medio de la acción transgrede la realidad que le inconforma.
-Es genérico: trabaja en colectividad, forma parte de un grupo social, intercambia intereses, busca el reconocimiento de la diversidad.
-Es un ser conciente: conoce su realidad, sus necesidades, plantea sus demandas, reconoce y visualiza a su adversario.
-Tiene voluntad de mutación: reconoce la necesidad del conflicto y del cambio, da lugar a la complejidad.
-Se autofunda: tiene formas particulares de expresión, otra representación simbólica del mundo, crea nuevos espacios y nuevas realidades. Su lucha en la cotidianidad.
- Resiste: lucha contra la lógica del consumo, lucha por conservar su autonomía, por ser distinto.
De este modo es importante analizar la conformación de los movimientos globales a partir de los puntos anteriores
Son Concientes:
Los movimientos globales surgen al ser concientes de una realidad en la cual la concentración del poder comunicativo es visible a través de la creación de una aldea global en manos de unas pocas corporaciones, lo cual describen como el triunfo de la agenda neoliberal, mientras las crisis alimentarías agitan al mundo. Ante ello surge un descontento, una necesidad de cambio.
Se aceleran las privatizaciones y se desarrolla un gran mercado financiero, pero el resultado no es satisfactorio para los “de abajo”: las desigualdades aumentan, el mundo se salpica de crisis y guerras, y la ciudadanía se muestra descontenta con los sistemas democráticos representativos.” (Ángel Calle, 2005: 34)
Son Genéricos:
La precariedad mundial abre lugar al anhelo de un cambio, mientras que la tecnología y los medios de información indeseablemente conectan las demandas y dan pie al trabajo colectivo. Este descontento, unido a la profundización de los pilares de la mundialización económica y tecnológica, hace que se busquen formas de protesta y de búsqueda de otros mundos cimentadas en el sustrato de democracia radical”. (Ángel Calle, 2005: 41)
Mientras diversas protestas tienen lugar en Seattle, simpatizantes con sus demandas, quienes se encuentran en varios países, dan lugar a un sentido de pertenencia y de lucha, generando fuerza y apoyo para la movilización.
Tras las protestas de Seattle, Praga era la oportunidad de dar continuidad en Europa a los desafíos de las grandes cumbres. Arrancando de Barcelona, fueron explosionando por simpatía, aprovechando las redes informales y formales que se habían ido tejiendo años antes...” (Ángel Calle, 2005: 49)
Autónomos:
Las cumbres alternativas surgen de una forma totalmente autónoma a organizaciones gubernamentales e instituciones mundiales, la naturaleza de su conformación se encuentra en el consenso de agrupaciones locales y en la defensa de intereses colectivos contrarios a los hegemónicos.
Los espacios o foros locales constituyen un exponente de una nueva actitud para facilitar convergencias locales entre identidades críticas con el actual proceso de mundialización económica.(...) En la estela de estos nuevos movimientos globales, y con tribuyendo a su vez a una difusión de un nuevo hacer inspirado en prácticas de democracia radical, se sitúan una multitud de espacios de reflexión o de diálogo entre redes de distinto signo.” (Ángel Calle, 2005: 64)
Actúan y transgreden:
Ante la creciente desigualdad económica mundial, la explotación desmedida del medio ambiente y el incremento de políticas que favorecen a un pequeño de grupo de gobernantes y empresarios, los movimientos globales presentan sus demandas y se manifiestan ante la Organización Mundial del Comercio. Su acción transgrede e impacta la percepción social de la ciudadanía y el orden del sistema político y económico.
Las cumbres alternativas han tenido un doble impacto: externo e interno. El impacto externo lo constituye la modificación del imaginario social: el actual proceso de mundialización, sus consecuencias y sus élites rectoras, ve constatada su legitimidad y puesta en tela de juicio sus bondades. En el plano interno, las cumbres alternativas constituyen un espacio de experimentación y de propagación de nuevas dinámicas de participación, entre movimientos sociales, como entre éstos y la ciudadanía más alejada de estos artículos reivindicativos.” (Ángel Calle, 2005: 54)
Tienen Voluntad de mutación:
Los movimientos globales se enriquecen al ir acogiendo demandas y colectividades, con ello se complejizan y a la vez cambian, pero lo más importante es que se fortalecen y abogan por su misma naturaleza por la diversidad. “El desarrollo de un mundo en el que quepan muchos mundos precisa que la multitud de mundos se ponga a pensar y a hacer desde ópticas que trasciendan, sin negar, lo singular (el contexto, lo temático, lo personal) y que entrelacen a la ciudadanía en el mundo desde una perspectiva de democracia radical.” (Ángel Calle, 2005: 43)
Resisten:
Las protestas de dichos movimientos globales a la vez que se manifiestan, resisten a la fuerte represión policíaca o incluso militar, como a su deslegitimación por parte de los medios de comunicación.
Las estrategias de represión pretenden introducir discontinuidades en los ámbitos de reproducción de una protesta o de un movimiento social. Esta esfera de reproducción tiene una orientación o dimensión interna (creación de coordinaciones y discursos estables) y otra externa (constituirse en referencia social de la ciudadanía.” (Ángel Calle, 2005: 156)



3. Nuevos Sujetos Sociales en Movimientos Globales: hibridación e intersección


Como se menciono con anterioridad una característica esencial de los nuevos sujetos sociales es la colectividad y el movimiento. Es el término “social” el que permite comprender a dichos sujetos como seres genéricos, y ubicar el potencial de su acción y transformación en el plano de la agrupación. De este modo encontramos a sujetos organizados en movimientos sociales. Para Touraine un movimiento social no se reduce a acciones estratégicas ni a procesos de formación de identidades, si no más bien, en base a una demanda específica, enfrentan sus intereses por el control de su experiencia histórica. Dichos movimientos luchan con la finalidad de transformar modelos culturales, y por privar de la legitimidad el poder contra el cual luchan.
“A través de los movimientos sociales, las personas manifiestan comúnmente demandas materiales o aspiraciones de autonomía o de libertad. Construyen para quienes se acercan a estos espacios otras formas de entender y de intervenir en el mundo. (...) con su acción los movimientos sociales alteran lenguajes e identidades, las agendas de los políticos institucionales y de los medios de comunicación, incluso las propias formas de concebir la movilización.” (Ángel Calle, 2005:17)
Un movimiento social conjunta sujetos, demandas, intereses, cosmovisiones, su naturaleza sugiere una recombinación transversal de clases sociales, el híbrido de identidades. Miriam Calvillo señala dos características que dan forma a la movilización de los nuevos sujetos en colectividad, la intersección y la hibridación, ambas entendidas como detonantes de los movimientos globales.
Si bien se entiende, el término global hace referencia a una especie de mundialización, a un fenómeno dado en una comunidad, pueblo o nación, el cual logro expandirse e imponer nuevas relaciones a escala internacional. En este caso, haciendo referencia a movimientos sociales, el elemento de mundialización se da a partir de redes tejidas y reforzadas a partir de la intersección y la hibridación, aportando la posibilidad de visualizar las acciones de los sujetos en un corte transversal a conceptos como clase, nacionalidad o cultura.
Con el término intersección queremos señalar el punto de confluencia de dos o más intereses, de dos o más sectores o clases sociales diferentes. Se trata de un proceso de intercambiabilidad de posiciones y espacios entre dos o más grupos.” (Clavillo, 1995)
El intercambio de intereses y demandas es fundamental para entender las relaciones que guardan entre sí las protestas mundiales dadas en Seattle, Praga, Génova, Barcelona y Evian, en donde grupos ambientalistas, anarquistas, anticapitalistas, obreros, etc. abogaron por una misma demanda, siendo un solo movimiento lleno de diversidad y complejidad.
La hibridación se refiere a aquella diversidad y complejidad que se produce con la intercambiabilidad. Destaca el producto de la recombinación de las redes de relaciones sociales que rompe lo establecido y delimita de otro modo los factores que propician la formación y reproducción de nuevas redes de relaciones sociales.” (Clavillo, 1995)
Así, la intersección da pie a la hibridación, de modo que los movimientos se fortalecen y recombinan, dando lugar a una nueva configuración de clase, permitiendo que se tejan nuevas redes, fortaleciendo la organización y promoviendo la resistencia mundial.
Grupos de descontentos aparecerán en escena para reivindicar una resistencia global, una globalización de la solidaridad, o que otros mundos son posibles. Seattle, donde miles de activistas conseguían alterar la cumbre de la Organización Mundial de Comercio en diciembre de 1999, se convertirá en el referente mediático de las nuevas dinámicas de movilización, que serán bautizadas y encapsuladas en las llamadas “protestas antiglobalización”.” (Ángel Calle, 2005: 12)


4.Conclusiones

El estudio de los nuevos sujetos sociales se ha tornado una necesidad para las ciencias sociales, si es que realmente se pretende descifrar las nuevas realidades, pero más que nada se torna un compromiso al observar los múltiples procesos que la transgreden. Ante esta constante manifestación de problemáticas, términos teóricos como movimientos sociales, sujetos sociales o movimientos globales deben de dejar de ser estudiados en plano de lo conceptual para ser explorados con empeño en la realidad.
El caso más reciente que pone en evidencia la importancia de dichos procesos son las constantes movilizaciones en medio oriente, poniendo en claro la fuerza de la organización y la comunicación en red de los movimientos globales. Ante esto y las frívolas formas de represión que adopta el sistema político-económico mundial, más movimientos se conforman y reorganizan, y una mayor responsabilidad tienen aquellos que describen e interpretan el mundo.
Sin embargo, y a diferencia de los nuevos movimientos sociales, los nuevos movimientos globales harán de la vinculación de sujetos críticos con la llamada globalización, de sus saberes y de sus prácticas, un elemento esencial de su identidad”. (Ángel Calle, 2005: 26)


Bibliografía:

Ángel Calle, Nuevos Movimientos Globales, Hacia la radicalidad democrática, Editorial Popular, España, 2005, 275 pp.
Geoffrey Pleyers, En la búsqueda de actores y desafíos societales. La sociología de Alain Touraine, Estudios Sociológicos, septiembre-diciembre, vol. XXIV, colegio de México, México 2006, 733- 756.
Eduardo Ibarra Colorado, Foucault, gubernamentalidad y organización: una lectura de la triple problematización del sujeto, Iztapalapa 50, enero-junio 2011, pp. 321 – 358.
Miriam Calvillo, Alejandro Favela. Los nuevos sujetos sociales: Una aproximación epistemológica, Sociológica, Revista del Departamento de Sociología, UAM, año 10, número 28, mayo-agosto 1995.

lunes, junio 06, 2011

El EZLN: un ejemplo de nuevos sujetos sociales en movimiento...



¿Qué es el EZLN?
•El Ejército Zapatista de Liberación Nacional es una organización armada constituida por campesinos que pertenecen a los grupos indígenas chamula, tzeltal, tojolabal, chol y lacandón, que el 1 de enero de 1994 en los altos y la selva de Chiapas se rebeló a las órdenes de una pequeña cúpula militar, cuya cabeza visible fue el líder mestizo conocido con el nombre de subcomandante Marcos.
Motivos y causas del levantamiento
•El motivo de la sublevación fue la protesta ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país.

Lo que buscan:

Los indígenas en Chiapas, los zapatistas, lo que realmente quieren es ser tratados como mexicanos con plenos derechos y ser respetados en su propia identidad etnocultural (su cultura, su lengua, sus formas de gobierno y autoridades), el respeto a su territorio, el derecho a su tierra de la que viene la vida, la tierra de los antepasados, de la que han sido despojados injustamente.
Lo que buscan es instituir un gobierno democrático, en el que el pueblo mande y el gobierno obedezca.
A diferencia de otros movimientos sociales, éste sólo toma las armas para hacerse notar, después dejan las armas y toman la palabra, la reflexión y el cambio interno, es decir, realizan la búsqueda del cambio de conciencia


•Estructura
1.Comité Clandestino Revolucionario Indígena
•El CCRI es la parte medular del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, es la máxima autoridad, tiene como misión vigilar el funcionamiento de las Juntas de Buen Gobierno para evitar actos de corrupción, intolerancia, arbitrariedades, injusticias y desviación del principio zapatista de “mandar” obedeciendo.
•Para cumplir este objetivo el Comité Clandestino Revolucionario Indígena de cada zona es responsable de los llamados comités de vigilancia
2. Juntas de Buen Gobierno
Las JBG son cuatro, se instauran en las cercanías de los municipios autónomos y forman una organización de gobierno en la que los cargos son rotativos. La intención es satisfacer las necesidades de la población, tanto económicas, como políticas, sociales, culturales etc. Intentan que la información fluya y refluya de forma directa, es decir, menos burocrática. Cualquier persona aunque no sea zapatista puede participar en las JBG. Ahí se da la democracia directa, es decir, el pueblo manda y el gobierno actúa.
3. Municipios autónomos
Municipios como tales son 11. Son municipios consumados bajo las formas de organización zapatista y sus habitantes conviven en un territorio que está gobernado por las Juntas de Buen Gobierno. Dentro de estos municipios habitan personas de diferentes ideologías, no necesariamente zapatistas aunque la mayoría sí ha adoptado esta forma de vida.
4. Bases de apoyo
•Las bases de apoyo son comunidades indígenas que simpatizan con los ideales zapatistas y no es necesario que sean un municipio autónomo o que estén regidas bajo una Junta de Buen Gobierno. No se sabe cuántas bases de apoyo existen entre el movimiento zapatista

Apertura a la sociedad civil
1. Creación del FZLN
(4ta. Declaración de la Selva Lacandona)
En ella se explicita la invitación a la formación de una organización civil y pacífica, independiente y democrática, mexicana y nacional que lucha por la democracia, la libertad y la justicia en México.
“El Frente Zapatista de Liberación Nacional nace hoy, e invitamos para que participen en él a los obreros de la república, a los trabajadores del campo y la cuidad, a los indígenas, a los colonos, a los maestros y estudiantes, a las mujeres de México, a los jóvenes de todo el país, a los artista e intelectuales honestos, a todos los ciudadanos mexicanos que queremos no el poder sino la democracia, la libertad y la justicia para nosotros y nuestros hijos.”
2. Consulta Nacional sobre los Derechos Indígenas
(5ta Declaración de la Selva Lacandona)
Ésta declaración enuncia la Consulta Nacional sobre la Iniciativa de la Ley Indígena de la COCOPA y por el fin de la guerra de exterminio. Invitaba a la sociedad civil nacional a apoyar la consulta. El Congreso Nacional Indígena (CNI) se interesó en la propuesta, al igual que muchas organizaciones campesinas y sociales.
Dicha consulta tuvo una aceptación total dentro de la sociedad civil nacional, la gente estaba de acuerdo en que los indígenas tuvieran su ley propia.
3. La Otra Campaña
•(6ta Declaración de la Selva Lacandona)
En junio del 2005, el EZLN lanza la VI Declaración de la Selva Lacandona, en la cual se invita a la conformación de “La Otra Campaña” por medio de las siguientes palabras:
“...en México lo que queremos hacer es un acuerdo con personas y organizaciones mero de izquierda, porque pensamos que es en la izquierda política donde mero está la idea de resistirse contra la globalización neoliberal, y de hacer un país donde haya, para todos, justicia, democracia y libertad. No como ahorita que sólo hay justicia para los ricos, sólo hay libertad para sus grandes negocios y sólo hay democracia para pintar las bardas con propaganda electoral. Y porque nosotros pensamos que sólo de la izquierda puede salir un plan de lucha para que nuestra Patria, que es México, no se muere
Esta se planeo como una campaña, pero muy otra, no electoral. En resumen, lo que se planeo hacer es preguntarle a dichas organizaciones e individuos cómo es su vida, su lucha y su pensamiento de cómo está nuestro país, para hacer un acuerdo juntos y realizar un programa llamado “Programa Nacional de Lucha”.

Último escrito:
Carta primera del SupMarcos a Don Luis Villoro, inicio del intercambio epistolar sobre Ética y Política.
Después de un largo silencio, el Subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, habla de la guerra de Felipe Calderón contra el narco a través de una carta pública dirigida al filósofo Luis Villoro.
En ella pregunta: “¿Qué relaciones sociales se pueden mantener o tejer si el miedo es la imagen dominante con la cual se puede identificar un grupo social, si el sentido de comunidad se rompe al grito de “sálvese quien pueda”? De esta guerra no sólo van a resultar miles de muertos… y jugosas ganancias económicas. También, y sobre todo, va a resultar una nación destruida, despoblada, rota irremediablemente.”


“¿Ganan los Estados Unidos con esta guerra “local”? La respuesta es: sí.” “¿Felipe Calderón Hinojosa va a cambiar de estrategia? La respuesta es NO.”

Jorge Regalado habla sobre movimientos sociales en México...



Durante su ponencia Jorge Regalado situó al auditorio en el contexto de su postura respecto a los movimientos sociales haciendo uso de dos términos con los cuales los describe: “autónomos” y “comunitarios”. Estos dos términos definen, desde el punto de vista del ponente, las características que dan esencia al movimiento, ya que la autonomía hace referencia a la independencia, organización y acción, en desapego a las políticas del Estado. Mientras que el considerarlos comunitarios permite entender el poder la colectividad, del potencial de actuar en movimiento, y de la organización lograda en la cotidianidad de una comunidad.

Para dar ejemplo de dichos movimientos autónomos y comunitarios Jorge Regalado recurrió en varias ocasiones al caso de las comunidades indígenas, que por su naturaleza cultural y su contexto rural, permiten que las cualidades de autonomía y trabajo comunitario se desarrollen con naturalidad. En concreto se menciono el caso de los municipios autónomos zapatista, los cuales han logrado construir desde lo más básico su propio sistema educativo, de salud, su propia organización política, social y económica, independiente totalmente del estado mexicano. Dicha autonomía le ha costado al movimiento zapatista el acoso constante de grupos paramilitares y la desaparición y apresamiento de compañer@s.

Jorge Regalado señalo que dichos movimientos se desarrollan con mayor facilidad en el ámbito rural, ya que en los pueblos pequeños es más común la convivencia comunitaria y con ello la organización autónoma. Sin embargo no descarto la idea de que existan movimientos de esta clase en el ámbito urbano. Esto lo ejemplifico con el caso de los grupos anarcopunks de Guadalajara, los cuales pretenden romper con las formas más básicas de consumo elaborando sus propios productos alimenticios como de indumentaria, así como hacer uso de locales y casas abandonadas para adaptarlos como sus viviendas.

Para finalizar Regalado hablo del potencial que tienen los movimientos al colocar su lucha social en el ámbito ambiental, ya que las condiciones actuales del medio ambiente, y su relación con las contradicciones del sistema ofrecen, en el estudio comunidades que luchan por rescatar sus recursos naturales, un interesante ejemplo de movimientos autónomos y comunitarios.

El sujeto desde Foucault...



1.- Reflexión sobre los planteamientos de Foucault sobre el sujeto, el poder y las posibilidades que da para la investigación.
El término poder resulta ser un concepto indispensable en los trabajos de Michel Foucault y en sus bastas aportaciones a las ciencias sociales, ya que la definición que le asigna propone una nueva manera de concebir la acción del sujeto, así como la misma organización social. Para Foucault el poder parece ser omnipresente en la vida cotidiana, un hecho que se ejerce de una manera global y totalizante, pero que a la vez no tiene una posición real sino que se manifiesta en toda acción donde existe una jerarquía, control, vigilancia, prohibiciones o coacciones, de una manera continua, creando la realidad.
“Para Foucault, el poder no es algo que posee la clase dominante; postula que no es una propiedad si no que es una estrategia. Es decir, el poder no se posee, se ejerce. En tal sentido, sus efectos no son atribuibles a una apropiación sino a ciertos dispositivos que le permiten funcionar plenamente. Pero además, postula que el estado no es de ninguna manera, el lugar privilegiado del poder sino que es un efecto de conjunto (...) En cambio sostiene que “el poder produce a través de una transformación técnica de los individuos (...) el poder produce lo real””. ( Ávila – Fuenmayor, 2007: 9)
De este modo es importante desligarse de la idea de que el poder se encuentra únicamente en el Estado y la su principal función es la de reprimir, ya que para Foucault el poder se ejerce en una dirección concreta: los que lo tienen sobre los que no lo tienen, considerando que a aquellos que lo tienen se ubican en distintas áreas de la vida cotidiana.
“Para no engañarnos a nosotros mismos, si hablamos de las estructuras o los mecanismos de poder, es sólo en tanto suponemos que ciertas personas ejercen el poder sobre otros. El término poder designa los relacionamientos entre “compañeros”((...) en un entramado de acciones que introducen a otras acciones y que se concatenan entre sí.)” (Foucault, 1988:9)
Ante ello, lo que permite que el poder se sostenga no es sólo porque exista en potencia como prohibición, sino porque produce cosas, induce al placer, crea, sabe, promulga. De esta forma los dispositivos de poder son creadores y generadores de la realidad, una red productiva que pasa por el cuerpo social imponiendo verdades, saberes y reglas.
“Es así como Foucault traslada su mirada no ya a los discursos, si no a las distintas formas de dominio del hombre sobre el hombre, indicando como verdad, saber y poder están íntimamente relacionados. Es aquí donde nosotros observamos una analogía con los paradigmas que se han impuesto en el mundo porque ha habido un poder que los ha instaurado y los ha mantenido vigente hasta que ese poder se desintegra por la sustitución de un poder por otro, en el que ahora hay nuevos protagonistas y por tanto nuevas formas de pensar y de actuar.” ( Ávila – Fuenmayor, 2007: 9)
Retomando lo anterior y considerando que el poder implica la imposición de paradigmas de pensamiento y acción, o más bien llamadas condiciones impuestas, resulta adecuado mencionar al sujeto como aquel que rompe con dichos paradigmas y realiza acciones sobre sí mismo, sobre su cuerpo, sus pensamientos y conductas, de modo que se transforma a sí mismo. El sujeto crea formas de resistencia e intentos para disociar las relaciones de poder, que en muchos casos son concretizados en la lucha.
Son luchas que cuestionan el status del individuo: por un lado, afirman el derecho a ser diferentes y subrayan todo lo que hace a los individuos verdaderamente individuos. Por un lado, atacan a todo lo que separa a los individuos entre ellos, lo que rompe los lazos con otros, lo que rompe la vida comunitaria, y fuerza al individuo a volver a sí mismo y lo ata a su propia identidad de forma constrictiva.” (Foucault, 1988 :6)
Esta lucha es una forma de poder que emerge en la vida cotidiana, una forma como el sujeto se subjetiviza y marca su propia individualidad, rompiendo con saberes, poderes y reglas, sujetándose de sí mismo.
Hay dos significados de la palabra sujeto; sujeto a otro por control y dependencia, y sujeto como constreñido a su propia identidad, a la conciencia y a su propio autoconocimiento. Ambos significados sugieren una forma de poder que sojuzga y constituye al sujeto.” (Foucault,1988:7)
Partiendo de dicho planteamiento que explica la compleja relación entre el sujeto y el poder ¿qué posibilidades de investigación ofrece Foucault desde su lógica?
Para dicho autor es indispensable poner en claro el papel del intelectual, pues explica que en la actualidad los intelectuales se han dado cuenta al visualizar las luchas sociales, que las masas no necesitan de ellos para lograr ser concientes de su propia realidad. Sin embargo los dispositivos de poder invalidan el poder del aprendizaje cotidiano.
“El papel del intelectual ya no consiste en colocarse “un poco delante o al lado” para decir la verdad muda de todos; más bien consiste en luchar contra las formas de poder allí donde es a la vez su objeto e instrumento: en el orden del “saber”, de la “verdad”, de la “conciencia”, del “discurso”. Por ello, la teoría no expresará, no traducirá, no aplicará una práctica, es una práctica. Pero local y regional, como tú dices: no totalizadora. Lucha contra el poder, lucha para hacerlo desaparecer y herirlo allí donde es más invisible y más insidioso...” (Foucault, 1987, 9-10)
Así Foucault plantea que la teoría es una caja de herramientas que tiene que servir y no ser para sí misma. En el campo práctico: el intelectual no es digno de hablar por los otros, esto exige que la gente involucrada hable por su propia cuenta, reconociendo el poder de su propia palabra .
“La importancia de mirar la teoría como caja de herramientas radica en el reconocimiento de que saberes y poderes se relacionan tanto como se distancian entre si, es decir, que entre ellos no existe una relación de identidad o una mecánica de las equivalencias. (Ibarra, 2001: 329)

Foucault ofrece la posibilidad de entender la investigación como una forma de lucha, de acción, en la cual lo central no es cambiar la conciencia de aquellos que se estudian, si no luchar por cambiar la producción institucional y hegemónica de la verdad y el saber. Para dicho autor nuestro debate se sitúa en el cuestionamiento de la “normalidad”, y en el reconocimiento de distinto, lo múltiple y lo disperso.


2.- Una forma en la que los sujetos se enfrentar a los discursos de poder
Tratando de concretizar haciendo mención de un dispositivo de poder el cual los sujetos transgreden o aceptan en su cotidianidad, resulta adecuado mencionar la relación entre el cuerpo, la sexualidad y el poder, considerando la importancia que destino Foucault a dichos elementos en su estudio de las relaciones de dominación.
“...el sexo ha sido siempre el núcleo donde se anuda, a la vez que el devenir de nuestra especie, nuestra “verdad” de sujetos humanos” [Foucault, 2000b: 147].
Si retomamos como referencia las llamadas por el autor experiencias fundamentales de la modernidad, encontramos entre ellas la experiencia del placer sexual y la reproducción. Cuando el poder se refiere a dicha experiencia lo que encontramos es una “verdad” que habla del cuerpo como un dispositivo para la reproducción, descalificando el erotismo y el placer. De esta forma tener el control de la vida sexual de los individuos facilita el control de las condiciones impuestas.
Este dispositivo de poder se sostiene y fortalece en la reglamentación de la moral y la idea impuesta de “normalidad”. Dichos elementos, íntimamente ligados al discurso religioso, establecen las pautas de ser y actuar del cuerpo mismo definiendo toda la dinámica social en el ámbito económico, político, cultural, etc.
Comprende relaciones que persiguen incidir en el control del hombre-cuerpo considerado como máquina, con la habilidad de potenciar sus capacidades y de conducir su conducta: de ahí su denominación como anatomopolítica del cuerpo humano , es decir, como cuerpo útil e inteligible (Foucault, 198313, 1987a).
Como lo establece Foucault el cuerpo es el territorio del poder como encierro y como disciplina. Pero a la vez dicho territorio se convierte en el campo de empoderamiento y liberación de los sujetos, pues al ser concientes de la distancia que el poder ha impuesto entre sus mismos cuerpos y su subjetividad, han de emprender una lucha por recobrarlos y actuar sobre sí mismos.
“(...) He pretendido estudiar los modos en que los seres humanos se transforman a sí mismos en sujetos. Por ejemplo he elegido el dominio de la sexualidad : como los hombres han aprendido a reconocerse a sí mismos como sujetos de la “sexualidad”. (Foucault , 1988:3)
3.- Manifestación del poder y la respuesta de los sujetos
Al hablar del control del cuerpo por medio de dispositivos de poder es necesarios especificar como y en quien se concretiza dicho posicionamiento. Anteriormente mencionamos a la moral como una de dichas manifestaciones, al igual que el discurso religioso, pero siendo aún más específicos, en este caso hemos de visualiza el poder en el discurso cristiano, o llamado por Foucault el poder pastoral. Dicho poder discursivo implica una gran habilidad de control, ya que prohíbe el encantamiento de la carne, o en otras palabras el placer del cuerpo, dando por hecho que el quebrantamiento de dicha regla trae consigo un fin desastroso, la condenación.
“Esta forma de poder esta orientada a la salvación (como opuesta al poder político). Esta es oblativa (opuesta al principio de soberanía), es individualizante (opuesta al poder legal); es coextensiva y continua a la vida , esta ligada a la producción de la verdad, la verdad del individuo en sí mismo.” (Foucault, 1988 :9)
Como lo plantea Foucault el poder pastoral es un poder hábil y sigiloso, cuyas “verdades” han impactado en una gran medida la historia de la sexualidad. De esta modo aún en la actualidad la idea del cuerpo como un medio, para la reproducción, el trabajo caritativo y para la salvación, se manifiesta en el rechazo y exclusión de todos aquellos que corrompen dicho postulado.
Los sujetos quienes viven en resistencia a dicha concepción del cuerpo son aquellos que se oponen a la idea de vivir la sexualidad con el fin de la reproducción, y no del placer, la libertad y el erotismo. La historia de la dominación del cuerpo ha posicionado en esta lucha más que nada a mujeres y homosexuales. El mito de la virginidad y de la sexualidad femenina para los otros coloca a las mujeres que se le contraponen en una lucha que descalifica el ser cuerpo para servir y para reproducir y se posiciona en una búsqueda de un cuerpo libre cuyas acciones se acerquen a la libertad y a la creación de sí mismas.
Del mismo modo aquellos hombres que se contraponen a las “verdades” que establecen la heterosexualidad como correcta y necesaria, se descubren en una lucha contra aquel poder que descalifica su vivencia y expresión corporal y sexual distinta.
“Finalmente todas estas luchas giran en torno a la pregunta: “¿Quiénes somos nosotros?” son un rechazo a las abstracciones de la violencia económica e ideológica, que ignora quienes somos individualmente como también son un rechazo a la inquisición científica y administrativa que determina quien es uno.” (Foucault, 1988 :7)
4.- El indígena desde una perspectiva Foucultiana.
Las aportaciones conceptuales de Michel Foucault resultan enriquecedoras cuando se trata del estudio de dispositivos de poder en contraposición a colectividades en resistencia. En este sentido investigaciones que abordan la problemática indígena en los ámbitos educativos, laborales, sociales, políticos, entre otros, encuentran en el estudio del poder desde la perspectiva de Foucault, en particular haciendo uso del estudio del biopoder, una enriquecedora postura.
Si bien partimos de la idea de un sistema de prejuicios raciales establecidos como “verdades” por el grupo en el poder. Dicha estereotipación fundamenta su discurso en la creencia de una jerarquía biológica, que en el caso particular de la realidad indígena se manifiesta en el racismo y la discriminación.
Foucault establece que el racismo emerge en la manera que el ejercicio del poder toma en cuenta la vida de los seres humanos, es decir, la producción de una suerte de estandarización de lo biológico. Para ello estableció el concepto de biopoder, el cual hace referencia al poder que ejerce mecanismos de control sobre la especie humana en su conjunto y busca regularizar sus funciones. Para Foucault el racismo se encuentra en el surgimiento del biopoder, y se convierte en una de los mecanismos elementales de control, para establecer quienes son los enemigos externos y someter a la propia población.
“El racismo, visto desde esta perspectiva, es la producción de rupturas en el continuum biológico de la especie humana, una forma de fragmentar ese campo biológico que el poder ha tomado a su cargo y de constituir, al interior de la población, grupos enfrentados unos en relación con otros, de establecer entre ellos quiebres de tipo biológico que serán las razas”. (García Canal, 2004: 23)
La idea de la existencia de una jerarquía natural o biológica da muestra de que el racismo es un fenómeno que surge de la misma idea universal del ser humano. Desde esta perspectiva universal se desplaza hacia lo inhumano a razas, etnias, culturas que son distintas al grupo en el poder. Se normaliza el hecho de encasillar en la categoría de “anormal” a quienes son inferiores en el orden social.
El racismo no sólo se manifiesta en las concepciones de inferioridad y la exclusión, si no que conforma una serie de cristalizaciones imaginarias que dotan de un conjunto de atributos a los “otros” relacionándolos con estereotipos de maldad y perversidad, de modo que se justifican los tratos más crueles, e incluso el genocidio. Esto se explica con la fórmula del biopoder llevada al extremo: hacer vivir o dejar morir. Ya que el poder debe ser normalizado, mediante el racismo se encontró la máxima expresión de los mecanismos de disciplina y dominio, teniendo el poder de garantizar el derecho a la vida.
“Foucault despliega una interpretación alternativa de las relaciones entre poder, sexo y verdad, en el curso de la cual introduce el tema de la biopolítica y del biopoder. Éste último se constituiría como poder sobre la vida (por ejemplo las políticas de sexualidad), pero también como poder sobre la muerte (el racismo moderno). Se trataría, en última instancia, de la estatización de la vida, considerada en términos biológicos.”
Hablar del biopoder como un poder sobre la vida y la muerte no se encuentra alejado de las constates injusticias y violaciones de sus derechos que sufre la población indígena. La peligrosa relación que se crea entre la verdad y el poder ha condenado la reputación de dichos grupos ante la constante creación de “saberes” y “verdades” que los descalifican ante el pensamiento global. Pero del mismo modo es en el campo del poder donde el indígena se construye y se conoce a sí mismo, rompe con las falsas verdades y con la idea de la “normalidad” para escribir su propia historia.
FUENTES:
Michel Foucault, Un diálogo sobre el poder, Ed. Alianza, Madrid España, 1987, pp. 7-146
Michel Foucault, El sujeto y el poder, Escuela de Filosofía Universidad ARCIS, 1988.
Francisco Ávila- Fuenmayor, El concepto de poder en Michel Foucault, A parte Rei, Revista de Filosofía, No. 53, septiembre 2007.
Eduardo Ibarra Colorado, Foucault, gubernamentalidad y organización: una lectura de la triple problematización del sujeto, Iztapalapa 50, enero-junio 2011, pp. 321 – 358.

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